ETAPAS DE UN PROYECTO
Desde un punto de vista muy general puede considerarse que
todo proyecto tiene tres grandes etapas:
Fase de planificación. Se trata de establecer cómo el equipo
de trabajo deberá satisfacer las restricciones de prestaciones, planificación
temporal y costo. Una planificación detallada da consistencia al proyecto y
evita sorpresas que nunca son bien recibidas.
Fase de ejecución. Representa el conjunto de tareas y
actividades que suponen la realización propiamente dicha del proyecto, la
ejecución de la obra de que se trate. Responde, ante todo, a las
características técnicas específicas de cada tipo de proyecto y supone poner en
juego y gestionar los recursos en la forma adecuada para desarrollar la obra en
cuestión. Cada tipo de proyecto responde en este punto a su tecnología propia,
que es generalmente bien conocida por los técnicos en la materia.
Fase de entrega o puesta en marcha. Como ya se ha dicho,
todo proyecto está destinado a finalizarse en un plazo predeterminado,
culminando en la entrega de la obra al cliente o la puesta en marcha del
sistema desarrollado, comprobando que funciona adecuadamente y responde a las
especificaciones en su momento aprobadas. Esta fase es también muy importante
no sólo por representar la culminación de la operación sino por las dificultades
que suele presentar en la práctica, alargándose excesivamente y provocando
retrasos y costos imprevistos.
A estas tres grandes etapas es conveniente añadir otras dos
que, si bien pueden incluirse en las ya mencionadas, es preferible nombrarlas
de forma independiente ya que definen un conjunto de actividades que resultan
básicas para el desarrollo del proyecto:
Fase de iniciación. Definición de los objetivos del proyecto
y de los recursos necesarios para su ejecución. Las características del
proyecto implican la necesidad de una fase o etapa previa destinada a la
preparación del mismo, fase que tienen una gran trascendencia para la buena
marcha del proyecto y que deberá ser especialmente cuidada. Una gran parte del
éxito o el fracaso del mismo se fragua principalmente en estas fases
preparatorias que, junto con una buena etapa de planificación, algunas personas
tienden a menospreciar, deseosas por querer ver resultados excesivamente
pronto.
Fase de control. Monitorización del trabajo realizado
analizando cómo el progreso difiere de lo planificado e iniciando las acciones
correctivas que sean necesarias. Incluye también el liderazgo, proporcionando
directrices a los recursos humanos, subordinados (incluso subcontratados) para
que hagan su trabajo de forma efectiva y a tiempo.
Los periodos generales de duración los podemos ver a
continuación:
Estas etapas citadas presentan, sin embargo, características
bastante diferentes según se trate de proyectos internos o de proyectos
externos. Las principales diferencias aparecen en la etapa de planificación. En
el proyecto externo existen un conjunto de acciones que se relacionan con la
necesidad de presentar una oferta al cliente y lograr la adjudicación del
contrato en competencia con otras empresas o personas. Si, por la razón que
fuere, el contrato no se consigue el proyecto queda abortado antes de haberse
comenzado y carece de sentido preocuparse de cómo debe ser gestionado. La
exigencia comercial tiene, pues, un carácter prioritario para las empresas, siendo
la consecución del contrato paso imprescindible para poder acometer un proyecto
concreto y, con una perspectiva más amplia, condición esencial para la
supervivencia de la empresa. Puedes ver más sobre la importancia del perfil
comercial en el capítulo de oferta.
Haciendo referencia a las tres grandes etapas nombradas al
principio, podemos ver la diferencia entre ambos tipos de proyectos:
Cuando se abordan proyectos grandes y complejos, la
consecución del resultado final depende de la realización armónica del conjunto
de las etapas pertinentes con ayuda de los medios materiales y humanos
requeridos en cada momento. La concepción de las fases que han de ejecutarse,
el orden de encadenamiento lógico de las mismas y la estimación de la
naturaleza y cantidad de recursos a emplear en cada momento, precisan de un
conocimiento profundo de las tecnologías que concurren en el proyecto y de una
experiencia que permita prever y superar las dificultades que en la práctica
suelen aparecer.
A continuación se presentan las distintas etapas en el
desarrollo de una aplicación informática:
ETAPA 1 Nacimiento
de la idea del proyecto
El "cliente o promotor" expone sus necesidades y
el deseo de resolver el problema por medios informáticos. Se crea un primer
documento breve que recoge el anteproyecto y es aprobado por la dirección o el
comité correspondiente.
ETAPA 2 Estudio
de oportunidad
El estudio de oportunidad concreta los objetivos y resultado
a aportar por el proyecto, los plazos y costos previstos y los medios a
emplear.
ETAPA 3 Estudio
detallado
El jefe de proyecto define, ya en detalle, con el apoyo de
los técnicos de su equipo, el contenido del proyecto, su análisis funcional,,
las cargas de trabajo previstas y la metodología a desarrollar.
ETAPA 4 Cuaderno
de cargas para informática
A partir del análisis funcional se determinan en forma
definitiva los volúmenes, cargas de trabajo, calendario y medios a utilizar,
dando lugar al contrato formal entre cliente, usuarios e informáticos,
frecuentemente conocido con el nombre de cuaderno de cargas o, más
concretamente, "pliego de especificaciones".
ETAPA 5 Análisis
orgánico
Los técnicos realizan el análisis orgánico y las
especificaciones para programación.
ETAPA 6 Programación
y pruebas
Se realiza la programación de la aplicación y las pruebas
para programación.
ETAPA 7 Recepción
provisional
Al resultar satisfactorias las pruebas se realiza la
recepción provisional, dando lugar a los manuales de usuario y de explotación.
ETAPA 8 Puesta
en marcha
La puesta en marcha de la aplicación es una fase delicada
que requiere una estricta vigilancia hasta comprobar su correcto
funcionamiento. A continuación se realiza un balance de los resultados del
proyecto.
ETAPA 9 Balance
de funcionamiento
Después de varios meses de funcionamiento de la aplicación
se debe realizar un balance que permita apreciar los beneficios que realmente
ha producido a la empresa.
ETAPA 10 Auditoria
Transcurridos uno o dos años, debe efectuarse una auditoria de la aplicación que permita comprobar si sigue siendo adecuada o si es
necesario introducir modificaciones.
Desde el punto de vista de la metodología de gestión de
proyectos, también pueden identificarse varias fases que generalmente deberán
darse en todo tipo de proyectos:
Decisión de acometer el proyecto.
Nombramiento del jefe de proyecto.
Negociación de objetivos.
Preparación.
Ejecución.
Información.
Control.
Dentro de la preparación, se integrarían actividades como la
descripción de actividades, identificación de recursos, valoración de los
mismos -presupuesto-, planificación y eventual re consideración de los
objetivos.
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